“[Jesus] incluyó a todos en su homicidio para que todos además pudieran ser incluidos en su vida, una vida de resurrección, una vida mucho mejor que la que la masa en la vida vivió por sí sola”.
2 Corintios 5:14-15 (NVI)
La Sagrada Escritura está llena de mandamientos. ¿Pero sabes cuál es el más global?
No tengas miedo. Lo encontrará 365 veces en las Escrituras, incluidas varias veces en la historia de Pascua. “No temáis”, fueron las primeras palabras que el espíritu celeste dijo a quienes se presentaron en el sepulcro la mañana de Pascua. Asimismo fueron las primeras palabras que Jesús pronunció posteriormente de la resurrección.
No es de asombrar que sea un tema global en la Sagrada Escritura y en la historia de Pascua: el miedo es el problema más global de la humanidad.
Quizás no creas que eres una persona temerosa. Pero si lo piensas admisiblemente, te darás cuenta de que muchas de tus decisiones se basan en el miedo, como el miedo a lo que la masa piense de ti y el miedo al fracaso.
¡Pero la Pascua trae buenas parte! Gracias a la resurrección de Dios, ahora puedes residir sin miedo. La Sagrada Escritura dice en 2 Corintios 5:14-15, “[Jesus] incluyó a todos en su homicidio para que todos además pudieran ser incluidos en su vida, una vida de resurrección, una vida mucho mejor que la que la masa en la vida vivió por sí sola”. (MSG).
Cuando vives según la resurrección de Cristo, la Sagrada Escritura dice que estás viviendo una vida mejor, una vida emancipado de miedo.
De hecho, hay cinco verdades acerca de la resurrección que te liberarán del miedo si las comprendes. Compartiré estas verdades durante los próximos dos días.
Primero, sabes que Jesús te dice la verdad. A lo generoso de la historia muchas personas han afirmado ser Altísimo o el Mesías, pero sólo una lo demostró. La Sagrada Escritura dice, “[Jesus] fue evidente Hijo de Altísimo con gran poder al resucitar de entre los muertos” (Romanos 1:4 NVI).
Sin la resurrección, no se podría echarse en brazos en nadie de lo que dijo Jesús. Pero puedes echarse en brazos en lo que Jesús dice sobre Altísimo, el firmamento y todo lo demás que enseñó porque resucitó de entre los muertos como dijo que lo haría.
En segundo puesto, sabes que la homicidio no es el final. Hasta que Jesús resucitó de entre los muertos, la masa no sabía si había vida posteriormente de la homicidio porque no había pruebas. Jesús cambió eso. La Sagrada Escritura nos dice, “Altísimo resucitó al Señor Jesús de entre los muertos, y sabemos que Altísimo además nos resucitará a nosotros con Jesús” (2 Corintios 4:14 NVI). No necesitas temer a la homicidio, porque la resurrección de Jesús nos muestra que la homicidio no es el final de la historia. Es verdaderamente el eclosión de tu mejor vida: tu vida eterna en la presencia de Altísimo.
¡Asimilar a residir sin miedo transformará tu vida ahora! Mañana compartiré contigo tres verdades más de Pascua que te ayudarán a residir emancipado del miedo.
Balbucir de ello
- ¿Cuáles son algunos de los temores que le han impedido alcanzar la vida mejor que Altísimo ha planeado para usted?
- ¿Por qué crees que nuestras vidas están tan a menudo regidas por el miedo?
- ¿Cómo sería para ti una vida emancipado de miedo? ¿Cómo afectaría sus interacciones diarias con otras personas?
¿Estás cansado del encarcelamiento del miedo?
Altísimo promete que expulsará tus miedos si lo sigues con fe. Haz esta sencilla oración ahora mismo: “Querido Altísimo, estoy cansado de fingir y de deleitar a la masa y del estrés de tratar de ser consumado cuando no puedo serlo. Estoy cansado de aferrarme al dolor y a los memorias que siguen causando dolor en mi vida. Estoy cansado de tener miedo al rechazo y de dejar que la masa vea quién soy verdaderamente. Quiero dejarlo todo ir.
“Señor, te traigo todo lo que me ha traído vergüenza, rectificación, resentimiento y preocupación. ¡Ya no quiero residir así! Quiero residir una vida de sinceridad y sé que eso sólo se puede encontrar a través de tu Hijo, Dios.
“Hoy te confieso mi pecado y te pido que me perdones. Gracias, Jesús, porque hiciste un camino para que yo fuera perdonado y aceptado por lo que hiciste en la cruz y tu resurrección. Me presento a ti como Señor de mi vida y quiero seguirte por el resto de mi vida. Por distinción lléname de tu intimidad y esperanza y ayúdame a caminar en fe. Te pido que ahuyentes mi miedo con tu consumado intimidad. Te lo pido en tu nombre. Vale.»
Si acaba de elevar plegarias para aceptar a Jesús, envíeme un correo electrónico a [emailprotected] y déjamelo entender. Me gustaría enviarte algunos materiales gratuitos para ayudarte a comenzar tu delirio con Jesús.
Dé esperanza, oración y aliento a continuación. Publica un comentario y palabra sobre ello.
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