Donald Trump volvió a agitar la olla el miércoles al decir que una ley de Arizona que penaliza casi todos los abortos va demasiado lejos.
Se produce justo después de que el favorito del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024 provocara un renovado debate al declarar que el aborto debería dejarse únicamente en manos de los estados. Dijo que su decisión sigue a la decisión de la Corte Suprema de devolver la autoridad en materia de aborto al nivel estatal. Si bien Trump sostiene que se trata principalmente de ganar en noviembre, los grupos provida no están contentos y dicen que el expresidente suena más como un candidato a favor del derecho a decidir.
«Mi opinión es que ahora tenemos el aborto donde todos lo querían, desde un punto de vista legal», dijo Trump. «Los estados lo determinarán mediante votación o legislación, o tal vez ambas cosas. Y lo que decidan debe ser la ley del país. En este caso, la ley del estado».
Y eso fue suficiente para generar controversia dentro del partido sobre este tema volátil porque Trump dejó en claro que se abstendrá de apoyar cualquier intervención federal sobre el aborto.
La ex directora de Planned Parenthood, Abby Johnson, ahora defensora provida y directora ejecutiva de ‘And Then There Were None’, cree que el expresidente está abandonando la política provida, comparando sus palabras con las de quienes apoyan el aborto.
«Si las mujeres quieren asesinar a sus bebés, eso depende de ellas y de sus familias, que es exactamente lo que él (Trump) dijo», argumentó Johnson.
El exvicepresidente Mike Pence criticó la decisión de su exjefe sobre X, calificándola de «una bofetada a los millones de estadounidenses provida que votaron por él en 2016 y 2020».
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Kelsey Pritchard, de Susan B. Anthony List, le dice a CBN News que el grupo está decepcionado de que Trump no haya pedido específicamente protección para los bebés en el útero después de 15 semanas.
«Porque la verdad es que ésta no es una cuestión de derechos del Estado, sino una cuestión de derechos humanos», dijo Pritchard. «E independientemente de si naces en Texas o California, tienes derechos humanos».
Continuó diciendo: «Creo que fue un paso en falso que el presidente Trump adoptara esta posición ayer. Al mismo tiempo, reconocemos completamente que el presidente Trump fue el presidente más provida que jamás hayamos tenido».
A medida que se acercan las elecciones presidenciales, Trump adopta la postura de que las prohibiciones del aborto no son populares entre los votantes. Desde que la Corte Suprema anuló Roe v. Wade, siete estados han llevado a cabo iniciativas electorales y el movimiento provida aún no ha ganado. En noviembre, Florida y posiblemente otros estados someterán a votación el aborto.
«Lo que estamos viendo son las ‘elecciones generales, Donald Trump'», dijo Nathan Gonzales, editor de Inside Elections y colaborador de CBN News.
Gonzales explica que Trump está buscando votos fuera de la base republicana y dice que podemos esperar ver esto como una jugada política generalizada.
«Trump está en una posición que cree que debe adoptar para tener éxito y ser elegido para otro mandato, y estamos viendo las consecuencias de intentar jugar en ambos lados del asunto», dijo Gonzales.
Dado que la decisión de otorgar autoridad sobre el aborto ahora está nuevamente en los tribunales estatales, más candidatos tendrán que jugar a la política sobre el tema.
Gonzales señala que la decisión del martes de la Corte Suprema del Estado de Arizona que aprobó una medida de 160 años que prohíbe casi todos los abortos puso en apuros a un representante de Arizona.
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«El congresista Juan Ciscomani – cuando se tomó la decisión Dobbs – dijo que era un día histórico y lo celebró con el resto del Partido Republicano o el movimiento provida», dijo Gonzales. «El martes, cuando se tomó esta decisión de la Corte Suprema de Arizona, ya saben, en el tema de los derechos del estado, dijo que fue un desastre porque está tratando de ganar un distrito electoral competitivo y se da cuenta de que si bien la posición tradicional provida es la mejor posición moral, no es una decisión políticamente popular.»
Es un dilema que el Partido Republicano está luchando por abordar, y sus candidatos tendrán que navegar con cuidado a medida que avanza la temporada electoral de 2024.
Mientras tanto, ese fallo de Arizona está avivando las llamas del debate sobre el aborto. El presidente Biden condenó la medida como «cruel» y la vicepresidenta Kamala Harris se dirige al estado el viernes para hacer campaña sobre el tema.
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