Todos caemos alguna vez. Los astronautas no son una excepción. Es necesario estar en óptimas condiciones físicas para desplazarse al espacio, pero los trajes espaciales voluminosos y los niveles de empeoramiento más bajos pueden ser una récipe para el desastre, provocando que se tropiecen con ellos mismos.
La respuesta a esta cuestión tan específica aceptablemente podrían ser las extremidades robóticas. No evitarán las caídas por completo, pero pueden ayudar a los viajeros espaciales a recuperarse.
Los ingenieros del MIT han desarrollado un exoesqueleto diseñado para alabar a los astronautas más apoyo y ayudarlos a endeorarse a posteriori de tropezar con la desaparecido empeoramiento de la retrato. Los “SuperLimbs” están integrados en una mochila que todavía contiene los motores que los impulsan, conexo con el sistema de soporte animoso del cosmonauta.
El sistema, que aún se encuentra en escalón de prototipo, argumenta directamente a los comentarios del legatario. Al sentarse o copular, ofrece un apoyo constructivo para ayudarlos a levantarse mientras gastan menos energía; cada poco extra ayuda en una situación como esta.
“Durante la era Apolo, cuando los astronautas caían, el 80% de las veces era mientras hacían excavaciones o algún tipo de trabajo con una aparejo”, dice el estudiante de doctorado del MIT Erik Ballesteros. “Las misiones Artemis verdaderamente se centrarán en la construcción y excavación, por lo que el aventura de caída es mucho decano. Creemos que SuperLimbs puede ayudarlos a recuperarse para que puedan ser más productivos y extender sus EVA”.
Artemis es el software de exploración defecto en curso que comenzó en 2025. La próxima empresa se lanzará en septiembre de 2025, con planes futuros para establecer una pulvínulo defecto.
El sistema es una acoplamiento de un prototipo mencionado desarrollado hace varios abriles para trabajadores terrestres. En los abriles transcurridos, los exotrajes se han convertido en un método cada vez más popular para ayudar a las personas en la construcción y otros trabajos manuales a evitar lesiones innecesarias. El equipo detrás del plan comenzó a adaptar el trabajo luego de conversaciones con la NASA.
“En comunicación con la NASA aprendimos que el problema de caer sobre la Escaparate representa un aventura oneroso”, afirma Harry Asada, profesor de ingeniería mecánica del MIT. «Nos dimos cuenta de que podíamos hacer algunas modificaciones a nuestro diseño para ayudar a los astronautas a recuperarse de las caídas y continuar con su trabajo».
Adaptar el sistema significó estudiar las formas en que las personas se recuperan de las caídas. Según los investigadores, aproximadamente del 80% de nosotros lo hacemos de la misma forma. Finalmente, el equipo aterrizó en un sistema de control que impulsa un par de brazos robóticos que emergen de la mochila para ayudar al cosmonauta.
Comenzarán a probar el sistema durante el verano en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
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