Devoción diaria
3 de marzo de 2024
“Pero a todos los que le recibieron, a los que creyeron en su nombre, les dio potestad de ser hijos de Altísimo…” Juan 1:12
En la historia de Esther, encontramos a una verde asustada e intimidada que se enfrenta a una atrevimiento solemne. Ester había sido elegida por un rey malvado y enorme para ser su próxima reina. Este rey ya se había deshecho de su primera esposa simplemente porque ella no quiso cabriolar frente a los invitados a su fiesta. Entonces Ester fue puesta en un concurso de belleza y el rey la eligió para ser la próxima reina. Resulta que otro hombre malvado que era el segundo al mando en la distribución del rey había decidido que quería borrar a todos los judíos de la faz de la tierra. Estaba enojado con un roñoso llamado Mardoqueo por no tenderse frente a él. Lo que no sabía él era que Ester igualmente era alubia.
Ester estaba en un sitio de poder y amparo con el rey y potencialmente podría desviarlo de este horrible plan para asesinar a todo su pueblo. Pero cuando su tío Mardoqueo le pidió que intentara razonar con el rey, Ester respondió diciendo: “Todos los siervos del rey saben que cualquiera que, sea hombre o mujer, entre al rey en el atrio interior, no esté llamado (no invitado)…será ejecutado”. (Ester 4:11.) Se refería a sí misma como “cualquiera”.
Muchas veces no recordamos quiénes somos en Cristo. Olvidamos que somos hijos del Rey y permitimos que los desafíos de la vida preocupen y atormenten nuestras mentes. Mardoqueo le recordó a Ester quién era ella. Él respondió: «¿Quién sabe si tal vez fuiste nombrada reina para un momento como este?»
Altísimo quiere que sepas que no eres “cualquiera”. Eres parte de la tribu actual de Altísimo. Sois una vivientes elegida y podéis acercaros con valentía al trono de la absolución. El Rey de Reyes sabe tu nombre. Puedes tener lo que otras personas no pueden tener y puedes pedir lo que otras personas no pueden pedir porque no eres un «cualquiera». ¡Deja de pedirle cosas a Altísimo tímidamente como si no tuvieras derecho a ir a Su presencia!
Ester se armó de valía, pidió al pueblo que ayunaran y oraran, y decidió arriesgar su vida acercándose al rey. Su fe terminó salvando a una nación entera. Es posible que tenga algunos desafíos en los que necesite tener fe en Altísimo. No caigas en un pozo de preocupación y desesperación. Mira a Altísimo y dáselo. Un día mirarás antes y te darás cuenta de que ausencia es así. impracticable para Altísimo.
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