Devoción diaria
8 de febrero de 2024
“Estando seguros de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús”. Filipenses 1:6
El fuego se menciona 549 veces en la Antiguo Testamento. Altísimo usa el fuego para muchos propósitos diferentes, y cada uso es para el beneficio de Su pueblo.
Altísimo usa el fuego para protegerte. En Zacarías 2:5, Altísimo dice: «Voy a poner un pared de fuego cerca de de tu ciudad». Quiere sustentar lo malo fuera de tu vida. Él quiere sustentar tu corazón puro y separado de este mundo pecaminoso. Altísimo usará la sensatez de los pastores, las oraciones de los padres y su palabra diaria para ser un cortafuegos de protección cerca de de tu vida.
Altísimo incluso usará el fuego para restaurarte. Isaías 42:3-4 dice: “El pábilo que humea no apagará, la caña cascada no quebrará…” Puedes ser probado con pruebas en esta vida, pero con Altísimo de tu costado, eres inquebrantable. Puede favor temporadas en las que te extravíes y solo te quede una pequeña exhalación de “humo”, pero Altísimo aún puede avivarla y convertirla en un fuego de pasión por Él. Simplemente toma ese poco de fe y di: «Altísimo, me he apartado de tu camino, ¡pero necesito que vengas a ayudarme!». Altísimo escuchará tu oración y estará esperando para soplar rumbo fresco sobre ese poco de fe que te queda.
Altísimo incluso usa el fuego para encenderte. En Éxodo 3:2, Moisés vio una zarzamora ardiendo: «La zarzamora no se consumió». Un día, puedes encontrarte en un zona donde has perdido el celo por Altísimo que una vez tuviste. Al enemigo le encantaría retenerte allí, pero estos son tiempos serios y no podemos permitir que nos acunen para adormilarse. Tienes que mantenerte alerta y celoso de Altísimo, no importa cuánto tiempo lleves siendo cristiano, debes despabilarse a Altísimo con todo tu corazón, tomar notas durante el mensaje, aparecer al altar a implorar y permitir que Altísimo te hable, abstenerse para humíllate y entrega todo tu esfuerzo para adorarlo incluso cuando no tengas ganas de hacerlo. Rodéate de otras personas que están ardiendo por Altísimo. Realiza caminatas de oración regulares, realiza retiros espirituales y haz lo que tengas que hacer para avivar. en llamas ese simpatía por Altísimo que tenías cuando fuiste exceptuado por primera vez.
“Nunca falte celo, sino mantened vuestro fervor espiritual…” Romanos 12:11
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