Devoción diaria
17 de mayo de 2024
“Ningún ojo ha gastado, ningún pabellón ha pabellón y ninguna mente ha imaginado lo que Todopoderoso ha preparado para los que lo aman”. 1 Corintios 2:9
En Éxodo 2, el faraón había regular la ejecución de todos los niños varones menores de tres abriles. Jocabed, la matriz de Moisés, decidió hacer una canasta que protegería a su hijo. ¿Puedes imaginarla mientras armaba esa canasta para su hijo? Mientras lo tejía con cuidado, le hacía los nudos, lo sellaba y lo lanzaba, es posible que cualquiera le haya preguntado: “¿Qué estás haciendo?” Y ella habría dicho: “Estoy haciendo una canasta para mi hijo”. «¿Por qué?» «Para perdurar a los cocodrilos alejados de él».
Madres, debéis aseguraros de que cuando los ‘cocodrilos’ del pimple, la inmoralidad sexual o la suma persigan a vuestro hijo, habrá poco tejido en su “canasta” que pueda resistirlos. ¡Proporcione una cobertura en torno a de su hijo que el espíritu del «cocodrilo» no pueda penetrar! Ore por un espíritu de lucha como el que tenía Jocabed. Su nombre significa “la triunfo de Jehová”. Fue la primera mujer en la historia en tener su nombre asociado con Todopoderoso. La historia honra a esta matriz que fue lo suficientemente robusto como para construir una canasta de fe, protección y unción que protegió a su hijo de los planes del enemigo.
Gracias a ella tenemos a Moisés, los Diez Mandamientos, la nación de Israel que salió de Egipto, la tribu de Judá y una verde señal María. Y María tuvo un gurí llamado Jesús. Pero todo se remonta a una matriz. Una matriz dijo: “Voy a asociarme con Todopoderoso y, por Su perdón, voy a tejer “una canasta” de fe. No importa qué clase de enemigos vengan contra mi hijo, lo sellaré, lo cubriré y lo cercaré con lo que le he enseñado”.
¿Te imaginas a esta matriz mientras caminaba cerca de el río ese día y dejaba la canasta con su bebé de tres meses llorando en el interior? ¡Qué paso de fe tuvo que dar cuando lo arrojó al río! Y cuando vio al bebé descender por el regato infestado de cocodrilos, pudo haberle susurrado a Todopoderoso: “He hecho todo lo que sé hacer. Recé por él. Ayuné por él. Le he enseñado la Palabra. He tratado de estar una vida santa delante de él. He hecho todo lo que sé hacer y ahora, Señor, él está en tus manos”. Y esa asociación con Todopoderoso fue suficiente. Todopoderoso cuidó a Moisés toda su vida. No sólo lo salvó de los cocodrilos, sino que lo levantó como un líder poderoso sobre su pueblo y le permitió comportarse muchos milagros poderosos que alteraron el curso de la historia.
Compartir
————————————————– —————–
Esta página transcribe artículos de diversas fuentes de dominio sabido, las ideas expresadas son responsabilidad de sus respectivos autores por lo cual no nos hacemos responsables del uso o la interpretación que se les dé. La información publicada nunca debe sustituir información profesional, médica, judicial o psicológica.