Una de las primeras veces que fui a la escuela dominical fue una reconocimiento aleatoria. Nunca lo había estado, y mientras me unía a algunos otros preadolescentes más o menos de una mesa pequeña, cualquiera me entregó una Nuevo Testamento. Nunca había letrado la Nuevo Testamento antaño de ese momento y no remembranza lo que leímos ni lo que cualquiera dijo esa mañana. No puedo memorar una sola palabra. Lo único que remembranza es no memorizar cómo encontrar el vademécum y los versículos a los que debíamos acogerse. Lo que más remembranza es lo que sentí al no memorizar lo que estaba pasando.
Nunca volví a la escuela dominical luego de eso, incluso cuando mi tribu asistía esporádicamente a esa iglesia durante el tiempo que vivíamos cerca.
Abriles más tarde, todavía llevaría ese sentimiento, incluso luego de convertirme en seguidor de Jesús, incluso luego de familiarizarme más con las comunidades de fe y cómo navegar por la Nuevo Testamento. A posteriori de todos esos primaveras, todavía tenía miedo de que me descubrieran, de que todos descubrieran lo mucho que todavía no sabía. A pesar de lo comprometido que estaba con Jesús y de lo mucho que creía memorizar que Jesús me amaba, Tenía miedo de otros cristianos y de lo que ellos sabían y yo no..
Tenía miedo de todas las líneas invisibles que a menudo sentía en los círculos cristianos – y de los chistes internos que todavía no entendía.
Han pasado décadas desde entonces y en ese tiempo trabajé en la pastoral vocacional y dejé la pastoral vocacional. He sido parte de un puñado de iglesias cercanas y lejanas de donde hoy llamo hogar. Sé la mayoría de las cosas que no entendía hace tantos primaveras, pero nunca quiero olvidar lo que sentí al sudar en mi asiento y sentirme pequeño, despistado y tan remotamente del foráneo. De hecho, a veces miro alrededor de antes y veo dulzura en ese desconocimiento. Estaba tan directorio para conocer el acto sexual de Jesús; Entonces no tenía idea de que percibir el acto sexual de Jesús no tenía mínimo que ver con cuántos versículos de la Nuevo Testamento o chistes internos sabía, o qué temas del día se suponía que debía estar de un banda en ocupación del otro.
Entender lo que se siente al estar exterior me ha brindado una folleto increíble para la hospitalidad. – más que cualquier estudio, evento o tarea bíblico en la vida podría hacerlo.
No memorizar mucho acerca de cómo ser cristiano me ha ayudado a percibir y dejarlo en Dios en el acto sexual de Jesús de una guisa que “saberlo todo” nunca podría hacerlo. A veces “saberlo todo” puede ser una barrera para el acto sexual de Jesús.
En nuestra era de información continua, la tentación de saberlo todo y profesar lo que sabemos es pesada. Siento una amor constante alrededor de esta postura y la veo en todos lados, desde las conversaciones en la mesa de mi propia tribu hasta las conversaciones en la comunidad en la que vivo.
¿Cómo sería modelar el “no memorizar”? ¿Cómo sería relacionarse con los demás manteniendo siempre en mente las sabias palabras de Maya Angelou: «He aprendido que la parentela olvidará lo que dijiste, la parentela olvidará lo que hiciste, pero la parentela nunca olvidará cómo los hiciste reparar» ?
En una civilización obsesionada con los procedimientos y con proponer a los demás qué hacer, y en una sociedad obsesionada con elogios, niveles, premios y marcadores de “inteligencia”, ¿cómo sería si viviéramos con profunda preocupación y cuidado por cómo vivimos? hizo reparar a los demás, en ocupación de preocuparse por lo que sabemos y ¿quién sabe más? ¿Cómo podría esa postura cambiar la ámbito más o menos de nuestras mesas, en nuestras aulas, en la oficina, en las pantallas Teleobjetivo o en nuestras iglesias y vecindarios?
¡Que así sea en mi vida y en la tuya!
Hoy en día trato de proponer “No sé” tan a menudo como puedo. Y he estado orando, “No sé” acerca de un desafío continuo desde hace algún tiempo. Y aunque a veces estoy cansado y enojado por eso y deseo que Jehová aparezca y responda para poder memorizar por qué, cómo y qué hacer… me han poliedro consuelo, presencia y espacio para que la fe se estire y crezca. La cercanía de Jehová de una guisa que las soluciones y respuestas rápidas no me podían ofrecer.
Durante mucho tiempo, recordaba esa primera experiencia de la escuela dominical y pensaba: “Si tan solo hubiera sabido más acerca de la Nuevo Testamento” o “Si tan solo mis padres (o guatar el espacio en blanco) me hubieran explicado más o preparado”. «Me siento mejor, entonces no me habría sentido tan avergonzado o solo por no saberlo». Me concentraría en cómo podría tener sido diferente y en cómo podría haberme integrado mejor, en ocupación de ver lo que me había poliedro el no memorizar.
Ahora sé cuán valioso y constructor de compasión puede ser proponer y pedir: “No lo sé”.
Me encantan las palabras de Jesús a los discípulos que discutían sobre quién era el viejo en el Reino de Jehová:
“Casi al mismo tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién tiene el rango más parada en el reino de Jehová?”
Para reponer, Jesús llamó a un criatura, a quien se paró en medio de la habitación, y le dijo: “Te digo, de una vez por todas, que a menos que regreses al punto de partida y empieces de nuevo como niños, estarás ni siquiera voy a echar un vistazo al reino, y mucho menos entrar. Quien vuelva a ser simple y simple, como este criatura, ocupará un ocupación parada en el reino de Jehová. Es más, cuando recibes al criatura por mi cuenta, es lo mismo que recibirme a mí”.
Mateo 18:1-5 El Mensaje
No saberlo puede ser difícil y puede resultar increíblemente solitario. Igualmente podría ser simplemente el músico que nos muestra cómo flirtear profundamente y cómo declarar el rostro del Coito mismo.
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