Un nuevo estudio encuentra que someterse a un aborto puede aumentar en gran medida el riesgo de enfermedades cardiovasculares de una mujer.
Un estudio revisado por pares del Instituto Charlotte Lozier publicado en la Revista Internacional de Cardiología Riesgo y Prevención Cardiovascular examinó los registros médicos de más de un millón de mujeres elegibles para Medicaid entre 1999 y 2014.
En todos los casos, las mujeres con antecedentes de aborto o aborto espontáneo tuvieron tasas más altas de enfermedad cardiovascular (ECV), casi el 174 por ciento, después de su primer nacimiento vivo en comparación con las mujeres que no tenían antecedentes de pérdida del embarazo.
Además, las mujeres que tenían antecedentes de ECV antes de su primer aborto tenían más del doble de probabilidades de tener problemas adicionales de ECV en los seis meses posteriores al primer nacimiento vivo en comparación con mujeres similares con antecedentes de ECV que no tuvieron un aborto.
«Si bien los abortos espontáneos son trágicos e inevitables, los abortos electivos son totalmente evitables y contribuyen claramente a la causa número uno de muerte en nuestro país», dijo uno de los autores del estudio, David Reardon, Ph.D., académico asociado y director del Instituto Lozier. del Instituto Elliot.
«La Asociación Estadounidense del Corazón ha advertido abiertamente a las mujeres sobre el vínculo entre el aborto espontáneo y las enfermedades cardíacas. Espero que estas cifras motiven una advertencia similar sobre los abortos», continuó.
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El Instituto Charlotte Lozier cita que los hallazgos se encuentran entre un creciente cuerpo de literatura médica que vincula el aborto con problemas cardiovasculares.
Un estudio estadounidense informa que el riesgo de muerte por enfermedades cerebrovasculares se quintuplica en los seis años siguientes a un aborto.
Otro estudio publicado en Open Heart, una revista de cardiología en línea, encontró un riesgo elevado de 18% de ECV después de un aborto o un aborto espontáneo que persistió durante más de 12 años.
«A pesar de estos datos detallados que señalan los claros resultados negativos para la salud que el aborto produce en el cuerpo de la mujer, los activistas abortistas continúan promoviendo el aborto como una ‘panacea’. ¿Hasta cuándo negarán la ciencia y la realidad?», preguntó Emily Erin Davis, vicepresidenta de comunicaciones de Susan B. Anthony Pro-Life America.
«Les animo a que dejen de mentirles a las mujeres, afirmando que el aborto sólo produce resultados positivos para la salud física y mental», añadió.
La conexión entre el aborto y las enfermedades cardiovasculares es aún más significativa porque las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres.
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