Devoción diaria
1 de abril de 2024
“Y será llamado Admirable Asesor, Altísimo Cachas, Padre Indestructible, Príncipe de Paz”. Isaías 9:6
Jesús sangró de Su cuerpo en siete lugares diferentes para reponerse cada parte de nuestras vidas. La cuarta vez que sangró fue por la espalda. Isaías 53:5 dice: “Pero él fue herido por nuestras transgresiones… y por su absceso fuimos nosotros curados”. Jesús fue azotado y le arrancaron la carne de la espalda para la curación de su cuerpo. Puedes determinar hoy que por Sus llagas has sido sanado. Él es más holgado que el cáncer, las enfermedades del corazón o cualquier otra enfermedad que ataque el cuerpo.
La finca vez que sangró fue cuando le clavaron los clavos en las manos. Esto fue para la curación de tu trabajo. Altísimo quiere consagrar el trabajo de tus manos. Quizás pienses que lo que haces para ganarte la vida no es espiritual, pero cuando Jesús cargó la cruz, la llevó por el mercado porque sabía que allí era donde trabajaba la clan. Hoy, Él todavía quiere que lleves la cruz al mercado secular y a tu vida diaria. Lo que haces importa. Él tiene una empresa y una asignación para ti exacto donde estás. Sangró para darte significado y propósito. Él les dio a cada uno de ustedes talentos y dones, y ustedes tienen poco que sus manos pueden producir y que afectará la vida de las personas para admisiblemente.
El sexto lado donde Jesús sangró fue en Sus pies. Esto fue para reponerse tu caminar. No dejes que nadie te diga que no puedes aventajar tu pasado. Puedes alejarte de esa suma. Puedes ir más allá de esa relación tóxica. Puedes retornar a tener alegría y seguir viviendo a posteriori de la pérdida de un ser querido. Usted puede ser sanado del tropelía que ha sufrido. Todo lo que está sobre tu vanguardia está bajo Sus pies, y Él te da el poder para salir de ello.
Por zaguero, el séptimo lado donde Jesús sangró fue en Su costado. El centurión de la pareja lo apuñaló en el costado y brotó cepa y agua. En la historia de Sucio, Altísimo vio que estaba solo y dijo: «No es bueno que el hombre esté solo». Necesitaba una esposa y una grupo, entonces Altísimo puso a Sucio a amodorrarse y abrió su costado y metió la mano y sacó una costilla y creó una mujer. Cuando Jesús sangró de Su costado, sangró por la sanidad de nuestras familias. Él puede reponerse su boda y su relación con sus hijos. No hay carencia que se haya hecho en tu grupo que Jesús no pueda restaurar. Él no es sólo el Príncipe de la Paz, es el Príncipe de las Piezas. A veces, lo único que te queda en tu casa son pedazos rotos, pero Jesús puede retornar a unirlos.
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