No se ha revelado públicamente exactamente cuánto está pagando Microsoft a todos los inversores de Inflection AI como parte de su acuerdo extrañamente estructurado para fugarse con los cofundadores, gran parte del personal y los derechos de uso de la tecnología. Y Microsoft declinó hacer comentarios cuando se le preguntó.
Pero fuentes anónimas le dicen a The Information que está desembolsando aproximadamente 650 millones de dólares: 620 millones de dólares para tarifas de osadía no exclusivas para la tecnología (lo que significa que Inflection es vacuo de licenciarla en otros lugares) y 30 millones de dólares para que Inflection acepte no demandar por la caza furtiva de Microsoft, que incluye a los cofundadores Mustafa Suleyman y Karén Simonyan.
El miembro de la reunión directiva de Microsoft, Reid Hoffman, además cofundador de Inflection e inversor en ella, yuxtapuesto con su firma de hacienda aventura Greylock, prometió «que todos los inversores de Inflection tendrán un buen resultado hoy, y anticipación buenos beneficios futuros», en una publicación de LinkedIn a principios de esta semana.
Los inversores de la primera ronda de 225 millones de dólares obtendrán 1,5 veces su inversión; aquellos que participen en la última ronda de 1.300 millones de dólares obtendrán 1,1 veces su inversión, según The Information. Si proporcionadamente esos cálculos no suman 650 millones de dólares, estos inversores además conservarán su hacienda en el esbozo de la startup que quede. La nueva compañía, sin secuestro, dejará de construir un chatbot de IA personalizado llamado Pi en una enorme estructura informática de 22.000 de los costosos y difíciles de encontrar chips de IA de Nvidia. Ahora se convertirá en un estudio de IA que ayudará a otras empresas a trabajar con IA de modelos de lenguajes grandes.
Inflexión no respondió a una solicitud de comentarios.
En su corta vida como pretendiente a competidor de OpenAI (fue fundada en 2022), Inflection recaudó sus más de mil millones con una valoración de 4 mil millones de dólares, de un quién es quién: el cofundador de Microsoft, Bill Gates, la propia Microsoft y el ex director ejecutor de Google. Eric Schmidt, Dragoneer Investment Group, Nvidia y otros.
Sólo para sostener lo obvio: Microsoft proporcionó un aterrizaje suave para Gates (que técnicamente ya no está en la compañía pero sigue siendo una figura divina allí) y la firma de hacienda aventura de su miembro de la reunión directiva, para su costosa y posiblemente infructuosa empresa de IA. Los grandes proveedores de nubarrón ya se han confederado con otros socios de chatbot: Microsoft con OpenAI, Google y Amazon con Anthropic, Cohere ha seleccionado otros como Oracle y Salesforce.
Si Inflection alguna vez perfeccionara Pi en su enorme infraestructura de inteligencia químico, la carrera ya parecía estar perdida.
Curiosamente, el efectivo que Microsoft está gastando para desmantelar esta startup puede suponer la pena. Es cierto que Suleyman tiene una reputación poco turbia como superior, según una investigación de 2021 realizada por The Wall Street Journal que alegaba comportamiento de intimidación. Pero la propia Microsoft, aunque más amable y suave bajo el mando del director ejecutor Satya Nadella, todavía tiene una larga historia como área de trabajo duro.
¿Y quién mejor para contratar que el fundador y índole técnico detrás de Google DeepMind, ahora con experiencia en la creación de un LLM? Los cofundadores conocen los secretos de Google y la IA de próxima engendramiento. Simonyan, por ejemplo, ayudó a encabezar AlphaZero, la IA que dominó el placer de mesa Go.
A pesar de los estrechos vínculos con OpenAI, Microsoft además tiene muchas razones para carecer un respaldo para su importante organización de IA. Por un costado, la FTC dijo que está investigando su acuerdo con OpenAI, así como los acuerdos de Anthropic con Amazon y Google. En caso de que se emita algún tipo de mandato de la FTC, sería prudente que Microsoft tuviera opciones.
Por otra parte, se dice que algunos de los ingenieros de Microsoft y los ingenieros de OpenAI no tienen la relación más amorosa, según informó Business Insider. Luego estuvo la clan del despido de Sam Altman en la que Nadella le dijo al mundo que estaba absorbiendo Altman y gran parte de OpenAI, solo para retroceder.
Hay tantas señales de alerta con OpenAI que Microsoft haría proporcionadamente en dejar de reconocer de él.
Por otra parte, al igual que la inversión de Microsoft en OpenAI, nos preguntamos si los reguladores además tendrán poco que sostener sobre este acuerdo.
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