Devoción diaria
28 de diciembre de 2023
“No he dejado de darte gracias, recordándote en mis oraciones”. Ef 1:16 NVI
Las oraciones bíblicas son poderosas. Ponen las cosas en perspectiva. Por ejemplo, Pablo oró para que Jehová les diera a los Efesios “el Espíritu de prudencia y de revelación… para que le conozcáis mejor… Ruego que los fanales de vuestro corazón sean iluminados para que sepáis la esperanza a la que él ha llamado”. tú…y su poder incomparablemente espacioso” (vv.17-19 NVI). Con este maniquí en mente, JoHannah Reardon escribe lo próximo: (1) Haga que sus oraciones estén centradas en Jehová. El Edificador del universo te ha regalado el privilegio de presentarle tus peticiones. Cuando le dices a Jehová lo grande que es, te llena la expectativa de que poco grande puede suceder porque estás hablando con Aquel que puede hacer cualquier cosa. (2) Haz que se llenen de elogios. Pablo comienza diciendo: «No he dejado de dar gracias por vosotros». La esencia no es concentrarse en sus problemas, sino reconocer a Jehová y alabarlo porque Él sabe lo que está haciendo. Aprende a proponer: “No sé por qué tengo este problema, Señor, y me encantaría que cambiaras las cosas. Pero si no lo haces, sé que lo usarás para proporcionadamente en mi vida”. (3) Haz que les cambie la vida. La mayoría de nuestras oraciones le piden a Jehová que cambie nuestras circunstancias. Pero tal vez Él quiera cambiarte. Eso no significa que Él nunca intervendrá; Él satisface evacuación, abre puertas y sana a las personas de maneras increíbles todos los días. Pero cuando pasas abriles orando por poco que nunca sucede, puede ser una señal de que no estás orando de la forma correcta. Pablo encontró felicidad en una celda de prisión, y cuando Jehová abre tus fanales, tú además encontrarás felicidad en tu situación.
Compartir
————————————————– —————–
Esta página transcribe artículos de diversas fuentes de dominio manifiesto, las ideas expresadas son responsabilidad de sus respectivos autores por lo cual no nos hacemos responsables del uso o la interpretación que se les dé. La información publicada nunca debe sustituir información profesional, médica, reglamentario o psicológica.