El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra dejará de recetar bloqueadores de la pubertad a los niños: «No hay pruebas suficientes»

El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra dice que dejará de proporcionar medicamentos que bloquean la pubertad a niños con disforia de género, salvo cuando los medicamentos formen parte de un ensayo clínico.

NHS England hizo el anuncio el martes, luego de varios meses de investigación y una revisión de la evidencia proporcionada por el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención (NICE).

«El NHS de Inglaterra ha considerado cuidadosamente la revisión de la evidencia realizada por NICE y la evidencia publicada adicionalmente disponible hasta la fecha», dijo un portavoz del NHS, citado por The Guardian.

«Hemos llegado a la conclusión de que no hay evidencia suficiente para respaldar la seguridad o la eficacia clínica de las hormonas supresoras de la pubertad para que el tratamiento esté disponible de forma rutinaria en este momento».

Maria Caulfield, subsecretaria de Estado parlamentaria del Departamento de Salud y Asistencia Social, elogió el curso de acción del NHS, calificándolo de «decisión histórica».

«Damos la bienvenida a esta decisión histórica del NHS de poner fin a la prescripción rutinaria de bloqueadores de la pubertad y esta guía que reconoce que la atención debe basarse en evidencia, en la opinión clínica de expertos y en el mejor interés del niño», dijo Caulfield en una declaración compartida con medios de comunicación.

«El NHS debe garantizar que sus Servicios de Identidad de Género protejan, apoyen y actúen en el mejor interés de los niños y continuaremos trabajando con NHS England para proteger a los niños en esta área».

La ex primera ministra Liz Truss, que sigue siendo miembro del Parlamento, tuiteó que apoyaba la decisión del NHS y está defendiendo la legislación para ampliar esta prohibición para incluir a entidades privadas.

Stonewall, un grupo británico de defensa de la comunidad LGBT, expresó su preocupación por la decisión y afirmó que, si bien la nueva regla no interferirá con los menores que actualmente reciben tratamiento, podría evitar que alrededor de 8.000 jóvenes más comiencen un régimen de bloqueo de la pubertad.

«Todos los jóvenes trans merecen acceso a atención médica oportuna y de alta calidad», afirmó Stonewall. «En última instancia, lo que importa es que los jóvenes trans y de género diverso reciban la mejor atención posible, y acogemos con agrado cualquier investigación que conduzca a ese resultado».

En junio pasado, el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra emitió una guía provisional que establece que restringirá el uso de bloqueadores de la pubertad para niños con disforia de género, citando una investigación supervisada por la Dra. Hillary Cass, ex presidenta del Royal College of Paediatrics and Child Health.

La entidad gubernamental también estableció una Junta de Supervisión de la Investigación de la Disforia de Género de Niños y Jóvenes, que tenía la tarea de investigar el impacto de las hormonas supresoras de la pubertad en los menores.

En medio de un aumento exponencial de niños remitidos a una clínica de identidad de género del NHS en la última década, Cass publicó una revisión independiente en 2022 y encontró que la «transición social» no es un «acto neutral» y podría tener «efectos significativos» en términos de «funcionamiento psicológico». Su revisión llevó al cierre de la clínica de identidad de género de Tavistock y Portman NHS Trust en favor de más clínicas locales.

«La justificación para el uso de bloqueadores de la pubertad en la etapa 2 de desarrollo de Tanner se basó en datos que demostraron que era poco probable que los niños, particularmente los niños registrados como nacidos que tenían incongruencia de género temprana, desistiran una vez que alcanzaran la pubertad temprana; esta justificación no se aplica necesariamente a los jóvenes que se presentan más tarde, incluido el grupo de referencia predominante de niñas registradas por nacimiento», escribió Cass.

«No entendemos completamente el papel de las hormonas sexuales de los adolescentes en el desarrollo de la sexualidad y la identidad de género durante los primeros años de la adolescencia, por lo que, por extensión, no podemos estar seguros del impacto de detener estos aumentos hormonales en la maduración psicosexual y de género. Por lo tanto, no tenemos forma de saber si, en lugar de ganar tiempo para tomar una decisión, los bloqueadores de la pubertad pueden alterar ese proceso de toma de decisiones».

El NHS también propuso directrices en octubre de 2022 instando a los médicos a no alentar tan fácilmente a los menores a realizar una transición social cambiando sus nombres o pronombres durante lo que podría ser una «fase transitoria».

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