HESSEN, Alemania – Al mismo tiempo que la educación en el hogar continúa ganando popularidad en todo el mundo, muchos políticos y gobiernos todavía quisieran erradicarla.
Una de las recomendaciones recientes del panel del gobernador de Connecticut que investigó la masacre de la escuela Sandy Hook en 2012 fue una mayor supervisión gubernamental de la educación en el hogar, a pesar de que el asesino, Adam Lanza, pasó la mayor parte de su juventud en una escuela pública y solo recibió educación en el hogar brevemente en 16 años.
Los críticos dicen que el problema de Lanza era una enfermedad mental grave, no la educación en el hogar.
El anuncio del panel de Sandy Hook encendió las alarmas y reforzó la sospecha de los defensores de la educación en el hogar de que los funcionarios buscarán casi cualquier excusa para regular la educación en el hogar.
Burocracia mundial
Sólo un puñado de países en el mundo permiten la educación en el hogar sin algún tipo de restricción o regulación. El impulso de tomar medidas drásticas contra la educación en el hogar es una «mentalidad transnacional» entre los burócratas, según Mike Donnelly de la Asociación de Defensa Legal de la Educación en el Hogar.
«Cuando miras alrededor del mundo, puedes ver que hay una mentalidad común en muchas burocracias gubernamentales que quieren controlar lo que aprenden los niños y cómo aprenden», dijo Donnelly.
«Quieren ponerlos (a los niños) en escuelas públicas donde puedan controlar el plan de estudios porque quieren tener más control sobre los padres», añadió.
En Irlanda, una madre de seis hijos que educaba en casa fue encarcelada recientemente por no pagar una multa por educación en casa. Las leyes en Suecia son tan duras que el líder del movimiento de educación en el hogar tuvo que escapar a Finlandia.
Pero Alemania es más conocida por lo que algunos llaman su «persecución» de los educadores en el hogar.
Arrebatar hijos a sus padres
En el estado alemán de Hessen, los padres Dirk y Petra Wunderlich que educaban en casa perdieron la custodia de sus hijos en una redada policial el año pasado.
A las autoridades no les importaba que los Wunderlich crearan un entorno idílico para que sus hijos aprendieran, o que los niños Wunderlich fueran obviamente felices y estuvieran bien adaptados.
La policía llegó a su puerta y amenazó con derribarla, luego se llevó a sus hijos durante tres semanas. Luego los devolvieron, pero sólo después de una audiencia judicial que provocó protestas internacionales y con la condición de que los niños Wunderlich tuvieran que ir a la escuela.
El Estado retuvo la custodia de los niños para que, si la familia intentaba huir de Alemania, fueran perseguidos como secuestradores. Dirk se mostró desafiante.
«No tienes derecho a hacer esto», dijo sobre la redada. «¿Me arrebatas a mis hijos y los pones en hogares de acogida y eso es bueno para mi familia? ¿Destruyes una familia y eso es bueno para el bienestar de los niños?»
Una pérdida de tiempo’
Los niños de Wunderlich describieron su tiempo en la escuela pública como una pérdida de tiempo, con un ambiente en el aula que estaba fuera de control.
«Cuando hay tantos niños y hablan de todo tipo de cosas, es muy ruidoso», dijo Joshua, de 14 años.
«En la educación en casa sentí que podíamos aprender mucho más en menos tiempo; en la escuela siempre lo hacen más largo y aun así aprendes menos que en la escuela en casa», añadió su hermana, Machsejah, de 15 años. .
«No aprenden nada (en la escuela pública). Les lavan el cerebro sobre la realidad y también aprenden a comportarse mal», dijo Dirk.
Después de una apelación judicial este año, Dirk y Petra recuperaron la custodia. Han decidido volver a educar a sus hijos en casa y se enfrentan a cargos penales.
«No hay duda de que la familia será procesada penalmente por educación en el hogar», dijo Donnelly de HSLDA.
Si quisieran, los Wunderlich podrían huir de Alemania. Pero han decidido quedarse y luchar contra las leyes de educación en el hogar del país.
«Sé que por este camino vamos, tenemos que ir, y por eso no hay nada que lamentar ni nada, y Dios nos ha prometido que nos bendecirá más que antes», dijo Wunderlich.
Pero los Wunderlich también podrían volver a perder la custodia de sus hijos.
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